He decidido no emprender acciones legales contra El Espectador, aunque tengo la convicción —legal y ética— de que tengo la razón. Prefiero dar esta batalla en el terreno que conozco: lo digital.
Lo hago por varias razones:
- Conozco el ecosistema digital colombiano, la desinformación y el ejercicio periodístico. Desde ahí, puedo aportar más al debate que desde un sistema judicial saturado que quizás me dé la razón pero el problema estructural seguirá allí.
- Me parece desproporcionado acudir a la justicia por una acusación sin sustento del periodista Leonardo Botero Fernández, quien ni siquiera fue capaz de llamar al acusado o construir un artículo con fuentes. Algo elemental en la profesión.
- Llevo 15 años trabajando en lo digital. Hoy, El Espectador no tiene ni el poder ni el alcance que tuvo: su tiraje es limitado y el artículo está bien custodiado tras un paywall. Con una correcta estrategia de SEO, evidencia periodística y estándares profesionales, puedo mostrar otra perspectiva basada en hechos verificables. Que seguramente podrían igualar el número de visitantes únicos que leyeron el texto y las personas podrán formarse su propia opinión.
- No voy a gastar tiempo ni dinero en procesos desgastantes. Ya vimos lo que han sufrido los de Actualidad Panamericana.
- Haré una serie de publicaciones sobre cybertroops, fenómeno ampliamente documentado en estudios internacionales serios sobre desinformación.
El artículo del diario El Espectador realizado por el periodista Leonardo Botero Fernandez no solo carece de rigor, sino que desinforma, pone en riesgo a personas y alienta la violencia digital. - Rechazo cualquier forma de violencia al periodista Fernandez y al Espectador o los medios tradicionales. Yo, que he recibido más de diez amenazas por ejercer mi oficio digital, sé lo agobiante y abrumador que es. A todos los atacantes de mi trabajo: daré la otra mejilla.
Para aclarar:
- No soy un “sicario digital”, como replicó el humorista -influencer Daniel Samper Ospina citando el ambiguo texto del Espectador titulado Tropa de influenciadores de Petro se mueve con el erario y se agita para la campaña.
- No pertenezco a ninguna “tropa digital” financiada con dineros públicos.
- Nunca he apoyado públicamente la Reforma Laboral ni tengo vínculos con el Petrismo, como afirma Fidel Cano en su segunda rectificación. Mi único vínculo fue un trabajo público de 6 meses producto de mi conocimiento en digital y desinformación.
- No pertenezco a ningún partido político.
Solicité con claridad una rectificación en el impreso y sobre el alcance digital del artículo. Fue negada sin justificación clara.
No voy a desgastarme ante los egos del periodismo tradicional. Durante 10 años he intentado enseñar en varias universidades de Colombia que lo que constituía el llamado Cuarto Poder ya no existe debido a la democratización de la información. Aplico lo que enseño.
Prefiero invertir mi tiempo en construir conocimiento, no en destruir reputaciones.
Para aportar al debate y la construcción de conocimiento aporto los siguientes documentos:
- Petición de rectificación.
2. Respuesta de Fidel Cano (copy-paste).
3. Rectificación de Fidel Cano.
4. Segundo correo enviado por el señor Cano
5. Video de rectificación de El Espectador.
Tramo final: Sí, la mención del periodista Botero con un link es intencional. Que la magia del SEO y Google hagan su trabajo.
Deja un comentario