¿Qué son las tropas digitales o cibernéticas?

Las tropas digitales (o cyber troops, en inglés) son grupos organizados de personas que trabajan, generalmente de forma encubierta, para gobiernos, fuerzas armadas o partidos políticos. Su principal objetivo es manipular la opinión pública en internet, especialmente en redes sociales.

No se trata de usuarios comunes ni de activistas espontáneos: estos actores son pagados para actuar en campañas digitales coordinadas, diseñadas para influir en lo que la gente piensa, siente o dice en línea. Su objetivo es realizar una Operación de Influencia. (Término que explicaré en otro post)

¿Cómo operan?

Estas operaciones digitales usan una combinación de herramientas tecnológicas y estrategias de comunicación, entre ellas:

  • Propaganda computacional: uso de bots, algoritmos y análisis de datos (big data) para amplificar mensajes.
  • Desinformación: distribución intencional de información falsa o engañosa. (Disinformation)
  • Estrategias de influencia: manipulación de narrativas, silenciamiento de voces críticas y promoción de ideas alineadas con los intereses de quienes financian la operación.

Características clave de las tropas digitales

Según la investigación académica más reciente, estas son las principales señales para identificar una operación con tropas digitales:

  1. Pago encubierto: Los miembros reciben compensación económica de forma secreta (por salario o campaña).
  2. Secretismo: Su eficacia depende de que el público perciba sus acciones como espontáneas y auténticas.
  3. Cuentas falsas o anónimas: Suelen usar perfiles sin identidad verificable, aunque a veces colaboran con influencers reales que también reciben pagos ocultos.
  4. Coordinación estructurada: Hay planificación, división de tareas y sincronización en la publicación y amplificación de contenido.
  5. Objetivos comunes: Difundir narrativas oficiales, atacar o invisibilizar posturas contrarias y frenar el activismo de oposición.
  6. Vínculo con el poder: Generalmente actúan con apoyo o coordinación de gobiernos, partidos políticos o instituciones militares.
Tipo de actor ¿Pagado? ¿Cuenta anónima? ¿Cuenta personal? Objetivo principal
Cybertrooper No Manipular la opinión pública de forma encubierta
Influencer pagado No Difundir mensajes con apariencia personal
Activista digital No No Defender causas de forma voluntaria
Troll voluntario No No Provocar, desinformar o atacar sin recibir pago

¿De dónde viene el término?

La definición no es sencilla y no existe un acuerdo académico amplio sobre lo que realmente significa este fenómeno digital.

Para tratar de entenderlo se ubicaron diversas fuentes en el tiempo que permitieron construir la definición arriba expresada. Acá una recopilación de los principales documentos.

En el 2017 un paper llamado  Trolls and Troublemakers: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation de Computational Propaganda – OII – University of Oxford, realizó quizás la definición más citada.

“En este trabajo conceptualizamos a las ‘tropas cibernéticas’ como unidades dependientes de gobiernos, fuerzas armadas o partidos políticos cuyo objetivo es la manipulación deliberada de la opinión pública en plataformas digitales. (…) Mediante el examen de operaciones en medios sociales en 25 Estados, documentamos asignaciones presupuestarias, recursos humanos, patrones organizacionales y tácticas comunicacionales, con el fin de analizar la magnitud, escala y profundidad del despliegue de estas unidades según tipos de régimen político.”

(Traducción propia)

Lo anterior a modo muy corto y práctico significa en pocas palabras que la referencia Tropa Cibernética hace referencia a un modo de organización de actores digitales que tienen como objetivo la manipulación deliberada de la opinión pública.  

Estas unidades tienen: 1) Capacidades, herramientas y técnicas de operación 2) Presupuestos 3) Recursos Humanos 4)patrones organizacionales 5) Tácticas comunicacionales. Igualmente, las caracteriza que son dependientes de gobiernos, fuerzas armadas o partidos políticos.

Si aún se quiere ser más práctico en términos muy generales se definen a las cyber troops como “actores estatales o partidistas dedicados a manipular la opinión pública digital”.

Otro estudio llamado Cyber troops, online manipulation of public opinion and co-optation of indonesia’s cybersphere cita la definición de Oxford y añade que los actores generalmente distribuyen intencionalmente información engaños a través de las redes sociales usando propaganda computacional es decir, usando algoritmos, automatización y big data para dar forma a la vida pública.

En este específico documento se hizo una aclaración al objetivo de la cyber troops: su objetivo es neutralizar y reprimir narrativas y activismo de oposición en línea.

Otro documento, mucho más reciente, del 2024, titulado The Infrastructure of Domestic Influence Operations: Cyber Troops and Public Opinion Manipulation Through Social Media in Indonesia añade a la definición nuevos elementos.

Este análisis propone su propia definición de cyber troops como “redes de actores secretamente pagados que utilizan principalmente cuentas de redes sociales anónimas para participar en campañas coordinadas para manipular la opinión pública”. Se destaca tres características clave: ser secretamente pagados, utilizar principalmente cuentas anónimas y participar en una coordinación concertada

Igualmente, en este documento se hacen unas precisiones claves para entender el tema.  No todo es una cyber troop.

Dentro del ecosistema digital y cuando se presenta una Operación en Línea de Influencia existen: 1) Actores que usan cuentas digitales personales que podrían ser calificados como Activistas de Social Media. 2) Actores que usan cuentas Anónimas y se pueden calificar como trolls. Estos dos últimos hace una actividad voluntaria.

Igualmente, existen 3) influencers que son secretamente pagados y usan cuentas personales y 4) Cybertroopers que usan cuentas anónimas y son secretamente pagados.

Algunos elementos nuevos:

  1. Un miembro de una ciber tropa es secretamente pagado.  Son operadores anónimos de redes sociales remunerados
  2. Influencers: Secretamente pagado con uso de cuenta personal.
  3. Activistas Digitales: No está motivado por beneficio económico y su objetivo es influir en la opinión pública
  4. Trolls voluntarios: No está motivado por beneficio económico y su objetivo es influir en la opinión pública

El documento indica que “el pago encubierto es crucial para diferenciar a los cybertroopers de iniciativas voluntarias” y que “un elemento clave es el secretismo: la efectividad del contenido de los cybertroopers depende de que el público crea que son usuarios genuinos”.

Pago encubierto: Diferenciador frente al activismo voluntario y el marketing digital.

Uso predominante de cuentas falsas/anónimas: Aunque ocasionalmente colaboran con influencers que usan sus identidades reales.

Coordinación estructurada: Las campañas implican división de tareas, sincronización de publicaciones y difusión estratégica para imponer narrativas o silenciar opiniones contrarias. Esta coordinación incluye interacción entre cybertroopers e influencers, donde los primeros amplifican contenidos pagados de los segundos.

Las imprecisiones del artículo “Tropa” de influenciadores de Petro se mueve con el erario y se agita para la campaña

En el artículo publicado por Leonardo Botero Fernández en el Espectador, se pueden identificar varios posibles errores periodísticos, éticos y de enfoque.

A pesar de que varias personas han pedido rectificación que según el diario ” está reservada exclusivamente a aquellas aseveraciones carentes de veracidad” acá se hace una lista de errores conceptuales que llevan a desinformar . Por supuesto esto puede ser objeto de debate.

Análisis de tendencias en el lenguaje y posibles errores
1 Tendencia en el lenguaje: uso de términos cargados
Ejemplo: El uso de la palabra “tropa” en el titular da una connotación bélica o agresiva, lo que puede sugerir parcialidad. En vez de describir neutralmente a estos influenciadores como “contratistas” o “comunicadores digitales”, “activistas digitales”, se les etiqueta como una fuerza organizada y posiblemente hostil.
Posible error: Falta de neutralidad en el enfoque editorial.
2 Influenciadores afines al petrismo
Problema conceptual:
La afinidad ideológica no es ilegal ni necesariamente problemática, pero el texto no distingue entre:

– Influenciadores que simplemente simpatizan con el Gobierno
– Influenciadores que fueron contratados por sus capacidades profesionales (en comunicación, pedagogía, análisis, etc.)
– Aquellos que usan su influencia para hacer proselitismo pago

Imprecisión:
Al no hacer esa distinción, el texto sugiere que cualquier influenciador de izquierda o afín a Petro está siendo financiado por el Estado con fines propagandísticos, lo cual no necesariamente es cierto.
3 Confusión entre comunicación institucional y proselitismo
Problema conceptual:
El artículo no diferencia con claridad entre:

– La comunicación oficial del Estado, que puede incluir pedagogía sobre reformas, convocatorias ciudadanas, educación cívica, etc.
– La propaganda política o electoral, que está prohibida con recursos públicos
– Las operaciones de Influencia que sí pueden tener efectos reales en la opinión pública


Punto crítico:
Sin demostrar que los contenidos de esos influenciadores fueron pagos para favorecer políticamente a alguien, es un salto grave equiparar contratación estatal con propaganda, desinformación o estrategias de manipulación de la opinión pública.
4 Sugerencia de ilegalidad sin evidencia directa
El artículo insinúa que los contratos son parte de una estrategia de manipulación narrativa usando recursos públicos para fines electorales, pero no presenta pruebas concluyentes de que se haya violado la ley electoral o que exista una coordinación ilegal.
Posible error: Insinuación sin evidencia clara (lo que puede caer en difamación si no está bien sustentado).
5 Generalización y ambigüedad
Se menciona que son “influenciadores afines al petrismo”, pero no se aclara el rol específico de cada uno ni si los contratos tienen relación con su activismo político.
Posible error: Falta de precisión. No se distingue entre contratos para producción de contenido institucional (común en cualquier gobierno) y activismo político explícito.
6 Falta de contexto sobre la legalidad de contratar influenciadores
No se menciona si esos contratos fueron adjudicados mediante procesos transparentes, ni si es legal o no contratar creadores de contenido para difusión de políticas públicas. Pero lo más evidente: Nunca se supo si el objeto contractual de los activistas políticos se cumple o no o si tienen la experiencia y capacidad técnica para ocupar los cargos que ostentan.
Posible error: Ocultar contexto clave puede inducir al lector a conclusiones erradas.
7 Uso incorrecto del término “tropa cibernética”
El artículo emplea el término “tropa cibernética” sin aclarar su definición técnica y reconocida internacionalmente, lo que genera confusión y puede inducir al lector a interpretaciones erróneas.

¿Qué es una tropa cibernética realmente?
Las tropas digitales (o cyber troops, en inglés) son grupos organizados y generalmente encubiertos que operan bajo órdenes de gobiernos, fuerzas armadas o partidos políticos, y cuyo propósito es manipular la opinión pública en internet, especialmente a través de redes sociales.

– No se trata de usuarios comunes ni de activistas espontáneos.
– Tampoco de influenciadores contratados para hacer pedagogía o contenidos institucionales.
– Se trata de actores pagos para participar en campañas digitales coordinadas, diseñadas para influir en lo que la gente piensa, siente o dice en línea.

El problema del artículo es que usa el término “tropa cibernética” sin aplicar esta definición formal, y lo mezcla con casos de contratación legal de comunicadores o influenciadores, lo cual distorsiona el concepto y alimenta la sospecha sin sustento técnico.
8 No se incluye la voz de los señalados
No hay evidencia de que se haya contactado a los influenciadores para conocer su versión. Tampoco hay citas de entidades contratantes explicando el objeto de los contratos.
Posible error: Falta de derecho a réplica, un principio básico del periodismo.
9 Asociación sugerida con casos de corrupción sin prueba directa
Se menciona que uno de los contratistas trabaja en la UNGRD, y que esta entidad está envuelta en un escándalo de corrupción, como si hubiera relación directa entre ese contratista y el escándalo, lo cual no se demuestra.
Posible error: Culpa por asociación.
10 Imprecisiones cronológicas
El artículo menciona que se revisaron contratos “solo en lo que va de 2025” (abril), pero también se suman cifras desde agosto de 2022. La frase “solo en lo que va de 2025” se presta para confusión.
Posible error: Falta de claridad temporal.
Conclusión
El texto tiene valor investigativo, y es importante que se revisen los contratos públicos para promover transparencia. Sin embargo, también comete varios errores de enfoque periodístico que pueden alimentar narrativas políticas sin sustento claro, en lugar de informar con rigor. Mezcla hechos con insinuaciones, no da derecho a réplica, y utiliza un lenguaje cargado que puede comprometer su imparcialidad. Dada la poca claridad conceptual involucra y sugiere actividades cuestionables a una serie de ciudadanos que no tienen nada que ver con el pago de recursos públicos. Y lo más grave: En el fondo persigue a personas por el solo hecho de expresar opiniones favorables o desfavorables del actual gobierno.

Precisiones finales:
Este texto no se realizó a cambio de algún pago
Este texto no tiene motivaciones políticas
Este texto no defiende la idea de pagar influenciadores con recursos públicos. Lo que considero una pésima práctica en términos de comunicación.
Este texto busca precisar definiciones conceptuales.
Este texto pone en el debate público: ¿Existen o no Tropas cibernética o digitales en Colombia? en el sentido actual del desarrollo académico del termino.
Este texto no es afin al gobierno de Gustavo Petro.

Fuentes:

Samantha Bradshaw, Hannah Bailey & Philip N. Howard. (2021) Industrialized Disinformation: 2020 Global Inventory of Organised Social Media Manipulation. Working Paper 2021.1. Oxford, UK: Project on Computational Propaganda.

astramidjaja, Y., & Wijayanto. (s.f.). Cyber troops, online manipulation of public opinion and co-optation of Indonesia’s cybersphere.

Sastramidjaja, Y., & Wijayanto. (s.f.). The infrastructure of domestic influence operations: Cyber troops and public opinion manipulation through social media in Indonesia.

Bradshaw, S., & Howard, P. N. (2018). Troops, trolls and troublemakers: A global inventory of organized social media manipulation. Oxford Internet Institute, University of Oxford.